El principal objetivo del CFDI es garantizar la transparencia, eficiencia y seguridad en las operaciones comerciales mediante el uso de tecnologías digitales.
Algunas de las ventajas del CFDI son:
Facilidad de uso: el CFDI se emite y se recibe de manera electrónica, lo que facilita la gestión de las facturas, reduce los errores y los costos asociados con la gestión de documentos en papel.
Mayor seguridad: el CFDI incluye medidas de seguridad como el sello digital y la cadena original, que garantizan la integridad y autenticidad de la información contenida en el comprobante.
Gestión fiscal eficiente: el CFDI permite la automatización de procesos fiscales, como la generación de reportes y la elaboración de declaraciones, lo que reduce los tiempos y los costos de la gestión fiscal.
Facilita el cumplimiento de obligaciones: el CFDI permite cumplir con las obligaciones fiscales de manera más eficiente y reduce el riesgo de incurrir en multas o sanciones por parte del SAT.
Mejora en la transparencia: el CFDI permite una mayor visibilidad en las transacciones comerciales y una mejor trazabilidad en el flujo de efectivo, lo que ayuda a detectar irregularidades y a combatir la evasión fiscal.